jueves, 23 de octubre de 2008

Y de nuevo en California...

Disculpen de nuevo mi retraso. Soy incorregible e imperdonable.

Tras muchas horas de viaje llegué a California de nuevo, lo primero que hice fue comprar un diario local, donde poder conseguir un alojamiento lo más rápido posible, ya que no deseaba estar viviendo en un hotel por demasiado tiempo. Por como vivi en Chicago decidi que quizás lo mejor era compartir, al menos tendría alguien con quien hablar despues del trabajo y compartir las tareas.

Con el diario bajo el brazo me dirigí a la comisaría, con la intención de presentarme a mi superior, el capitán Night, pero habia salido. Informé de quien era y un detective, muy guapo, por cierto, que estaba al tanto de mi llegada me entregó lo que allí necesitaria. El detective Bonetto me comunicó que el capitán sentia no poder estar para recibirme, pero que a la mañana siguiente podría conocerlo, si estaba dispuesta a incorporarme inmediatamente, a lo que respondí que si, por supuesto.

Ya en el hotel telefonee a los diferentes anuncios de departamentos compartidos y concerté varias citas para esa misma tarde. No se porque elegí la que elegí la primera de todas, pero resultó ser la buena, de hecho no me hizo falta ver ninguna más. Mi compañera se llamaba Angela y tenia una niña pequeña. En un primer momento pensé que sería soltera o separada, pero más tarde me enteré de que en realidad era viuda. Aunque mis sorpresas con ella no terminarían ahi. Llegamos a un acuerdo económico y de tareas de hogar y decidí mudarme alli al día siguiente, realmente me cayó muy bien esta chica al conocerla.

Continuare...

jueves, 18 de septiembre de 2008

Y en Chicago

Nuevamente vengo a contarles un nuevo capítulo de mi vida, aunque resumido, los recuerdos vagan y no son tan claros como en el momento en el que se viven las experiencias.

Cuando llegué a Chicago con mi placa de detective bajo el brazo, me costó adaptarme a la vida de la ciudad, aparte de que era una ciudad muy fría y ventosa, me costó hacer amigos fuera del trabajo. La ciudad era complicada y aunque al final estuve agusto allí, deseaba volver a la agradable costa californiana.

Mis amistades se reducían en su mayoria a compañeros de trabajo, pero no se porque no pude trabar un verdadera relación de amistad, excepto con un agente raso de policía, Carl. Era afroamericano, muy buena persona, al cabo de un par de meses me invitó a su casa a comer un domingo y desde entonces, congenié muy bien con su familia, su esposa y sus hijos, la verdad es que era sólo un par de años más vieja que su hijo mayor y creo que me vio tan desamparada en la ciudad que quiso echarme una mano.

Su esposa, una excelente persona, trabajaba en uno de los diarios matutinos de la ciudad y sus hijos, estuadiaban, el mayor, tenia un brillante futuro en el deporte profesional, pero Carl siempre le animaba a que siguiera estudiando, "el deporte pasa, pero los estudios ahi quedan", le decía siempre. Sin duda fueron mi familia durante el año y poco que estuve en la ciudad.

Luego pedí el translado a California, no me tocó en Los Angeles, pero si en una comisaría cerca de San Francisco, ahi nuevamente comencé a sentirme como en casa.

Otro dia os cuento más.

sábado, 23 de agosto de 2008

Y mi vida sigue...

Disculpen mi tardanza en volver a escribir en esta bitácora. Quizás lo dejé aparcado mientras vivía para trabajar. Han sido unos meses duros acá.

Continuaré donde lo dejé, ya que en estos momentos estoy despierta, quizás el trabajo me agobia, pero ya no me volveré a dormir por esta noche...

Cuando llegué a Los Angeles, todo aquello me parecía maravilloso, el sueño americano que llaman aquí, comenzaba a hacerse realidad para mi.

Ciertamente la academia era muy dura, pero cuando algo quieres algo te cuesta y con buen talante lo sobrellevas todo.

Al par de meses de estar allí conocí mediante cuestiones laborales a un bombero, Jack, una bella persona, con el cual surgió una grata amistad, no piensen mal, ya que sólo fue eso. Era viudo con apenas 40 años y tenía cuatro hijos. Sinceramente era una situación muy dura para el estar en esa situación, sobre todo al principio, cuando su esposa falleció, según me contó. Yo conocí su vida aproximadamente un año despues de la muerte de ésta, cuando trataba de recomponerla y sus amigos intentaban emparejarlo continuamente.

Recuerdo a Jeff, el hijo mayor, de 20 años entonces, igual que yo en esa época, era adorable y guapisimo, manteníamos unas maravillosas charlas, es un chico muy inteligente y también con grandes valores, como su padre. Quizás de ahí pudiera haber surgido algo especial entre ambos, pero las circunstancias no fueron apropiadas en aquel momento, yo estaba centrada en la academia, la comisaría...y el con sus estudios. Quizás fuimos cobardes y debimos arriesgarnos, pero el futuro nos tiene preparadas distintas sorpresas o como dicen, nuestro destino está escrito y no me arrepiento de nada, y el tampoco, según hemos hablado años después. Por cierto, cada día está más guapo ;-)

De mis compañeros de academia...pues si, aún conservo amistades por todo el país, ya que cada uno cogió su destino y apenas queda nadie en Los Angeles, por no hablar de los que aunque son amigos o conocidos, en su día dejaron la academia, unos suspendidos y otros porque creian que aquello no merecía tanto sacrificio. Ya sabéis, como en todos lados, siempre hay personas que se dan cuenta que su decisión en aquel momento no fue la acertada y dan marcha atrás.

Si no os cuento más de la academia es quizás porque considero que sería aburrido daros a conocer aquella época, ya sabéis, clases, prácticas, patrullas con agentes, para aprender...nada especial ni nada que se salga de la normalidad, al fin y al cabo éramos novatos y no nos daban nada de importancia, porque estabamos muy verdes.

Un año después, quise seguir avanzando, la vida de uniformado no era para mi, me preparé el exámen a detective, y con mucho esfuerzo, como siempre, logré obtener una plaza.

Lástima que en la comisaría donde estaba destinada en aquellas fechas no hubieran plazas libres. Ya se que me podría haber quedado en la ciudad, que entre todas las que hay, alguna plaza habría, o quizás en alguna de las ciudades cercanas, pero, aunque estaba contenta allí, creo que necesitaba un cambio, no necesitaba ser el agente que ascendió a detective durante muchos años. En el cuerpo de policia, aunque somos muchos, dentro de la misma ciudad nos conocemos todos.

Así que opté por dar el salto, y allí donde me ofrecieron una plaza, allí fuí, Chicago.

La próxima ocasión les contaré acerca de mi vida allí.

viernes, 18 de enero de 2008

Feliz Año - Mi Navidad

Hola amigos bloggers!! Sigo esperando que me dejéis comentarios, me hace mucha ilusión.

Dejar un poco aparcada mi historia para contaros que Thelma, la mamá de Adam, mi ex, y gran amiga mia me invitó a pasar la navidad en su casa, con sus hijos, obviamente Adam, Gillian y John. Aunque ambos trabajamos en San Francisco, su mamá vive en Chicago, ya se que es cruzar todo el país, pero ha sido una navidad bellisima.

En una situación muy adversa de la vida, ella y yo nos unimos mucho, y hoy en dia somos grandes amigas. (en mi historia llegaréis a encontrar esta situación)

Mañana les contaré más.


Besitos. Angie.